Bob Church es un zooarqueólogo que ha utilizado gran parte de su tiempo en elaborar el "The Ferret Project", un estudio continuado durante varios años donde se estudia a los hurones de diferentes continentes en diferentes situaciones, hurones tanto domésticos como salvajes, incluyendo turones, ha estudiado su fisiología, su anatomia, su estructura dental y su dieta entre otras cosas como genética, endogamia y su manejo.
Los datos recopilados por él están actualmente demostrando lo que muchos de los defensores de la dieta natural sospechaban: que la salud del huron está definitivamente ligada a su dieta y que la forma en que gestionamos su forma de vida juega un papel muy importante. La investigación de Bob Church ha demostrado definitivamente una correlación entre la dieta con pienso y el insulinoma, por no mencionar la pobre salud oral, IBD (enfermedad del intestino inflamado en sus siglas inglesas) y muchas otras enfermedades. Aquellos dueños con hurones que sufren IBD deben saber que los hurones no están diseñados para comer la alta cantidad de carbohidratos que las comidas procesadas (pienso) poseen, los hurones necesitan carne de verdad, con proteínas de verdad.
Los hurones alimentados de forma natural no necesitan tener comida disponible todo el tiempo, si se acostumbran pueden comer una vez cada doce horas, una vez al día o incluso a veces ninguna, se trata de simular como comería un verdadero depredador. Los únicos hurones que necesitan comida disponible su comida 24/7 son aquellos que son alimentados con pienso, debido al alto rango de azucar en sangre que presentan estos hurones. El páncreas de los hurones es muy pequeño en relación a su cuerpo, esto es debido a quelos hurones están adaptados a comer solamente proteinas animales y cero carbohidratos, el estómago de los hurones es extremadamente ácido para así poder digerir la carne y los huesos, su tracto intestinal es tan corto que el páncreas tiene que excretar de forma muy rápida enzimas digestivas para neutralizar los ácidos en exceso.
Además, el páncreas de los hurones tiene la función de transformar las proteínas animales en azucar en sangre utilizable por los hurones (esta función la realizan las células pancreáticas beta); cuando forzamos al hurón a comer carbohidratos el páncreas "reconoce" el exceso de azúcar y tiene que trabajar forzadamente para regular estos azúcares y normalizar el sistema. No hay en ningún sitio, ningún pienso que tenga la cantidad suficiente de proteínas animales que los hurones tienen que comer para igualar las proteínas reales que tiene la carne y que son las que ellos necesitan. Todo esto lo único que provoca es una sobrecarga del páncreas que acaba dando como resultado muchos problemas de salud, muchos bastante comunes y considerados "normales" en los hurones, problemas dentales, IBD e insulinoma. Un huron que se alimenta conforme a su evolución tendrá unos niveles de azúcar muchísimo más estables.
Por otro lado, los hurones tienen un sistema inmunológico muy robusto, por ello no es necesario realizar una esterilización excesiva de los alimentos, de hecho los hurones son perfectamente capaces de comer trozos de alimento que están un poco pasados; esto es debido a que la familia de mustélidos no son simples depredadores, si no que pueden llegar a ser carroñeros, podríamos decir que en este aspecto son parecidos a las hienas, tienen unos colmillos increíblemente grandes para su tamaño, un sentido del olfato tremendamente desarrollado que les permite detectar carroña y oler los escondites de comida de otras especies depredadores. Tienen dientes únicos designados para arrancar la carne del hueso y triturar éstos para abrirlos y acceder a la médula ósea que es tan nutritiva, tienen una memoria excelente y capacidad para convertirse en poderosos enemigos y protegerse de los depredadores. Bob explicó también que no existen estudios de dietas a base de pienso "completas, balanceadas y aprobadas" para hurones (que muchas veces aparece en los sacos de pienso), lo único que se hace es alimentar al hurón exclusivamente con el pienso que se quiere testear y éste, dependiendo de la edad, tiene que sobrevivir de seis meses a un año, o si se testea con animales reproductores, éstos tan solo tienen que engendrar la cantidad de lo que se considera normal en una camada.
No hay estudios que prueben que esos nutrientes llamados "óptimos" en los piensos, aseguran al hurón una óptima salud y longevidad. Tan solo hay una dieta que suministra nutrientes óptimos y ofrece longevidad y salud, esta dieta es la dieta en la que ellos han evolucionado, es decir la alimentación natural, con presa; roedores, conejos, pescado, anfibios, insectos, invertebrados... esto es lo que los hurones y turones llevan comiendo desde siempre y es lo que nosotros debemos ofrecerles. A todos aquellos estudiosos que se dedican a desmerecer a la gente que defiende la dieta natural (como por ejemplo la AVMA) basan sus argumentos en tácticas para infundir el miedo, hablando de bacterias y reviviendo mitos como que el pienso limpia los dientes o que los piensos con verduras o carbohidratos pueden ser digeridos por los hurones tan solo se les puede decir una cosa: No se necesitan estudios científicos para demostrar lo que la madre naturaleza ya nos ha enseñado, los hurones son carnívoros estrictos y no tienen nada en su anatomía que les haga digerir la materia vegetal!
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