Insuficiencia renal en Gatos: ayúdale con la dieta natural febrero 3, 2020 16:20
Artículo escrito por Julia Espíndola, Veterinaria, Nº de Colegiado 7275.
Si tienes un gato con Enfermedad Renal Crónica (ERC o IRC) quiero que sepas que hay maneras de mejorar mucho su condición a través de la alimentación.
La enfermedad renal o insuficiencia renal crónica afecta a muchos gatos generalmente después de los 7-8 años.
De hecho, un estudio reciente (1) publicó la siguiente estadística de gatos con ERC:
- 13% en gatos menores de 4 años
- 24% en gatos entre 4 y 10 años
- 31% en gatos entre 10 y 15 años
- 32% en gatos mayores de 15 años
Síntomas de la enfermedad
Se considera un riñón insuficiente cuando ha perdido dos tercios (2/3) de funcionalidad y comienza, así, un proceso de compensación por parte de las nefronas supervivientes para intentar garantizar las funciones vitales del riñón.
Los síntomas son inespecíficos y suelen aparecer cuando la enfermedad ya está provocando descompensaciones.
En general las consultas en el veterinario se dan cuando nuestro gato:
- Presenta apetito irregular
- Vomita de forma intermitente
- Bebe mucha agua (Polidipsia)
- Orina mucho o en mucha cantidad (Poliuria)
- Presenta deterioro en el pelaje
- Pierde sus hábitos de limpieza
- Se presenta decaído/a
Hacer un buen diagnóstico cuando se presentan estos síntomas es crucial. Por si quieres unos pasos que seguimos los veterinarios, te los dejo aquí.
Estos incluyen:
- Medir creatinina, urea y SDMA (una prueba para evaluar la función renal)
- Hacer un perfil completo de la sangre
- Medir el fósforo y el potasio
- Análisis por imagen para evaluar físicamente el órgano
- Análisis de orina
- Medida regular de la tensión
Todo esto junto a un buen análisis del histórico del gatito podemos tener pistas para hacer un tratamiento adecuado.
Cómo ayudar a combatir la ERC a través de la alimentación
Normalmente, un gato con ERC tendrá que ser tratado con medicamentos para regular la función renal, pero el objetivo de este artículo es concentrarnos en qué podemos hacer nosotros con la alimentación.
Los principales objetivos a conseguir controlando su dieta son:
- Evitar la deshidratación
- Controlar los trastornos digestivos producidos por el exceso de toxinas no filtradas por el riñón deficiente (equilibrio ácido/base)
- Disminuir los niveles de fósforo
- Corregir el déficit de potasio
- Aportar fibras fermentables para una buena digestión
- Producción de ácidos grasos de cadena corta
- Aporte de antioxidantes
- Aporte de proteínas de alta calidad
Al leer este listado queda claro que una dieta con productos frescos (no cocidos ni procesados), con humedad y una suplementación adecuada es crítica para un carnívoro estricto, como es el gato.
El problema de los alimentos secos
Las dietas comerciales fallan, principalmente, en dos puntos muy importantes: la calidad proteica y la hidratación.
Proteinas
Es imposible mantener la calidad de las proteínas en un alimento procesado, por lo que estamos muy limitados desde el comienzo y podemos causar muchos problemas.
Ante una ausencia de proteínas de calidad, se produce un estado catabólico de las proteínas propias del cuerpo debido a la malnutrición, que tiene como consecuencia mayor producción de metabolitos tóxicos.
Mayor número de toxinas en el organismo significa más trabajo para el riñón, por lo que en general querremos evitarlas.
Hidratación
En la práctica es común dar alimento seco y aportar fluidos vía subcutánea.
Esto no es necesario en las dietas húmedas porque el agua ya está en el alimento. No es lo mismo ingerir agua después de una dieta seca, ya que funciona más como arrastre que como nutriente. Cuando el alimento contiene un 75% de humedad, el agua, además de hidratar, es un vehículo para los demás nutrientes.
Podría decir mucho más de las dietas comerciales, pero prefiero dedicar este artículo a los beneficios de la dieta BARF (o dieta cruda) para esta enfermedad.
La dieta BARF para gatos con Insuficiencia Renal
Retomando los objetivos nutricionales, ya hemos comentado el efecto de una alimentación húmeda versus una seca, pero nos extenderemos un poco más en la calidad proteica.
Primero que nada, no hay evidencia científica que avale que la proteína cause mayor desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, sí es cierto que la proteína es productora de metabolitos tóxicos, como la urea y la creatinina.
A su vez, estamos hablando del principal componente en la dieta de un gato y que, como mencionamos antes, su excesiva restricción produce el estado catabólico que tampoco es favorable.
Entonces, ¿Cómo nos enfrentamos a esto?
Control de toxinas y metabolitos
Tenemos una gran variedad de proteínas de origen animal que no producen tantos metabolitos y con una buena variedad podemos mantener a raya los niveles de urea y creatinina.
Además, el aporte de fibras fermentables y/o probióticos ayudan a un mejor funcionamiento de las flora intestinal y un mejor flujo sanguíneo.
Esta mejora no solo produce ácidos grasos de cadena corta sino que también atrae urea a la luz intestinal y las ureasas de las bacterias intestinales la hidrolizan para convertir urea en amonio para ser excretado junto a las proteínas bacterianas en las heces.
Con esto dos puntos podemos regular los desechos tóxicos que producen los trastornos digestivos, entre otros. Además, detenemos el estado catabólico manteniendo una condición corporal adecuada.
Control del Fósforo y el Potasio
El siguiente punto es el control de fósforo y evitar las pérdidas de potasio.
Por lo general, éstos se controlan solos si la dieta está bien balanceada. Si no pudiera controlarse, existen alternativas que se evalúan en cada caso.
Omega 3
Por último, necesitamos hacer un buen aporte de lípidos saludables.
El uso de Omega 3 ha demostrado ser muy efectivo en la ERC protegiendo de la oxidación y posterior liberación de radicales libres y disminuyendo inflamación en todos los tejidos afectados.
Con estos puntos básicos, ya habremos adaptado la ya interesante alimentación cruda (o BARF) para nuestro gatito con condición ERC.
Cambiar a nuestro gato a la dieta natural
La mayor dificultad de todo este proceso se encuentra en que los gatos no son los más fáciles de convencer para introducir una dieta distinta a la habitual. Este concepto se conoce como neofobia y quiere decir que el gato no aceptará de primeras lo nuevo. Claro, siempre hay excepciones :-)
Si a esto sumamos que nuestro gato tiene Enfermedad Renal Crónica, probablemente los trastornos digestivos ya se habrán hecho presentes, como el malestar, las náuseas, la acidez y los vómitos.
Esto nos pone un obstáculo nuevo al cambio y son factores a los que debemos enfrentarnos.
El camino es corregir todos estos trastornos digestivos mientras conseguimos el cambio a la dieta cruda. Esto se puede hacer desde lo natural o con medicamentos y debe hacerse con un veterinario.
Mi fórmula es de una aproximación natural y con paciencia, utilizando la suplementación como recurso principal. Los medicamentos tienen la contra de poder usarse en periodos cortos y a veces nuestro gato no se convence durante ese tiempo.
Cada caso tiene que ser evaluado y monitorizado periódicamente para hacer los cambios necesarios. Para ello te recomiendo que insistas con tu veterinario de confianza a que te ayude.
Será más sencillo si es un veterinario pro BARF pero en caso de no serlo, combinar un veterinario nutricionista o integrativo con tu veterinario habitual puede ser la clave del éxito.
Es importante no rendirse, los cambios son notables, el mantenimiento se hace más sencillo y aunque no podamos predecir cómo progresará la enfermedad, le estaremos dando excelente calidad de vida.
Prevenir es curar
Hemos hablado de cómo abordar una enfermedad ciertamente compleja a través de una alimentación ya de por sí excepcional y aplicando ajustes.
La buena noticia es que esta alimentación puede ayudar a evitar la aparición esta enfermedad debido a sus cualidades. Además, es mucho más fácil iniciar a gatos en la alimentación natural cuando son jóvenes.
Si tienes cualquier comentario, puedes llamarnos al 911 412 045 o enviarnos un email a info@puromenu.es.
Julia Amaya Espíndola es veterinaria especialista en medicina felina, colegiada con número 7275. Si queréis contactar con ella, podéis enviarle un correo electrónico a Info@felvet.es o visitarla en felvet.es
(1) Lulich JP, O'Brien TD, Osborne CA, et al. Feline renal failure: questions, answers, questions. Compend Educ Pract Vet. 1992;14:127–152
Foto cortesía del Wilgers Animal Hospital
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