Artículo escrito por Sonia de Bizcarra Rodríguez, Veterinaria, Nº de Colegiado BI867.

Todos sabemos que podemos sobrevivir unos días sin comida pero no sin hidratación. Eso es debido a que el agua es imprescindible en numerosas funciones orgánicas: regeneración celular y de la textura de los tejidos, transmisión del impulso nervioso, regulación de la temperatura, actúa como disolvente universal, controla el vaciamiento gástrico, etc. Si tenemos en cuenta todo eso, podremos empezar a darle la importancia que merece a que recibamos la suficiente humedad en nuestra alimentación y en la de nuestros animales.

¿Sabías que tu perro es, en más de un 60%, agua?

Aunque pueden existir pequeñas variaciones según la especie y la edad, el agua compone la mayor parte del organismo de tu compañero peludo. La mayor parte de ella se concentra en el tejido magro (80%) y en el tejido adiposo (15%).

Estos valores deben mantenerse constantes con la ganancia (a través del alimento y la bebida), menos la pérdida diaria (entre 0,5 y un 1% por hora a través de la evaporación, y también con la pérdida en orina, heces, y sudoración).

La sensación de sed, depende del grado de deshidratación, la cual actúa como un sistema de compensación para conservar el agua y la temperatura corporal. Cuando tu animal disminuya un 5% su hidratación, activará sus mecanismos de jadeo y disminución de la frecuencia cardíaca y puede llegar a tener hipertermia o perder de elasticidad de su piel.

La prueba del pliegue cutáneo es una de las comprobaciones que hacemos los veterinarios para calcular el grado de deshidratación: al pellizcar la piel y soltarla, ésta debe recuperar su posición normal en menos de un segundo. Lo que tarde más de eso, será el % de deshidratación

El consumo de agua nos sirve como método de diagnóstico: a través del cálculo de la ingesta diaria de agua y la cantidad de orina eliminada, se pueden diagnosticar patologías renales o metabólicas. Acude a tu veterinario si notas que tu perro bebe más agua que antes y necesita salir más veces a la calle, o si dura menos tiempo limpia la bandeja de arena de tu gato.

Si el grado de deshidratación supera el 15%, se pierde la capacidad de eliminar el calor por evaporación, la temperatura corporal aumenta en 7 grados a la hora, pudiendo provocar la muerte del animal por un fallo multiorgánico.

La comida húmeda frente al pienso seco para los perros y gatos

Todos hemos visto cómo se hincha una bola de pienso cuando le añadimos agua y esperamos unos minutos… eso mismo ocurre en el estómago de tu perro o gato. El pienso, no sólo es que no aporte agua, sino que se lleva la que contiene su organismo para poder digerirse. ¿Eso no es contrario a lo que necesita? Sí, así es. ¿Cómo remediarlo? Con dietas ricas en humedad. Dentro de esta categoría puedes encontrar las latas y sobres, pero también y de manera destacada, la dieta BARF.

“DESDE QUE MI PERRO COME DIETA BARF, NO BEBE CASI AGUA”

Ésa es una afirmación frecuente en la consulta. No necesita beber tanto porque ya la toma en el alimento crudo. Asegurará así su hidratación y no dependerá tanto de si es un animal más o menos bebedor (por ejemplo los gatos son poco bebedores por naturaleza) o si tiene un menor acceso a agua fresca (por ejemplo, por problemas de movilidad en animales geriátricos).

La dieta BARF está especialmente indicada para la prevención y tratamiento de patologías renales, desgraciadamente, muy frecuente en gatos y, cada vez más, en perros alimentados con comida procesada. Asegurando un adecuado porcentaje de humedad en la dieta, favorecerás la funcionalidad renal: renovarás las células dañadas y el agua actuará como disolvente de los tóxicos que deben eliminarse a través de la orina y heces.

Por eso recomiendo la dieta BARF a tu perro y tu gato, como hago con todos mis pacientes, porque el AGUA es el primer ingrediente para la SALUD. 

Gracias a Nicola y a Michele por las foto